" ¿Y cómo se rompe un corazón? Pues de la manera más simple.
Ignorándolo un tiempo y dándole una importancia desmedida después. Desequilibrando el delicado balance natural de todas las cosas reales. Dotando a un músculo sencillo de capacidades mágicas, heroicas, épicas, grotescas, inútiles, ficticias.
Ay, la ficcón qué daño hace, y Sebastián debería haberlo sabido, viniendo de un país cuyo héroe más grande lleva un orinal en la cabeza. No leas tanto, le decían de niño, y no hizo caso, y así le ha ido.
La ficción puede muy bien instalarse en el alma de un hombre hasta destruirla."
R.Loriga
2 comentarios:
coincido en totalidad. te digo, la indiferencia pega muy fuerte :S
:)
la indiferencia es ver morir prolongadamente. mejor morir y ya
PD acabo de publicar un podcast en el blog a ver què te parece
saludos
Publicar un comentario