martes, junio 23, 2009

Mañana tomaré un avión y volveré a Tokio. Pronto acabarán las vacaciones de verano y pisaré de nuevo la interminable senda de la costumbre. Allí si hay un sitio para mí. Está mi apartamento, está mim esa, está mi aula, están mis alumnos. Una sucesión de días tranquilos, de novelas por leer, algún amorío de tarde en tarde.

Con todo, jamás volveré a ser el mismo. A partir de mañana seré una persona distinta. Pero nadie de los que me rodean se dará cuenta de que he vuelto a Japón transformado en otro. Porque exteriormente nada habrá cambiado. No obstante, algo dentro de mí ha quedado reducido a cenizas, ha desaparecido. Ha corrido la sangre. Dentro de mí, alguien, algo, se irá. Con la mirada baja, sin una palabra. La puerta se abrirá, la puerta se cerrará. La luz se apagará. Para mí, tal como soy ahora, hoy es mi último día. Éste es mi último atardecer. Cuando amanezca, yo, tal como soy ahora, ya no estaré aquí. Una persona distinta habrá ocupado mi cuerpo.

Sputnik, Haruki Murakami

5 comentarios:

Logos, vectores y viceversa dijo...

Ahora mismo, en mi mesita de noche, descansa "Al sur de la frontera, al oeste del sol". Y ayer me compré "Tokio Blues". Y el post que tengo preparado para hoy es de Murakami también :)

Paula dijo...

Me encanta :*

Muaks

marta dijo...

¡OH! Geniaaaaaaal:)
Un beso MUYGRANDE.

Anónimo dijo...

wow encontré tu otro blog!
En fin, un beso Roo :D

Anónimo dijo...

Magnífico libro,me lo terminé en dos tardes.

Mer creando historias que hablen de Tokio.