martes, junio 30, 2009

No podía oír su voz o sentir su tacto,
pero su luz y su calor ardían
en cada rincón de aquella casa y yo,
con la fe de los que todavía pueden contar
sus años con los dedos de las manos,
creía que si cerraba los ojos y le hablaba,
ella podría oírme desde donde estuviese.


Creo que a ti JC podrían hacerte bien estas palabras,
sé también que podría hacerte bien un abrazo,
más eso que cualquier texto tonto que se me ocurra.
nada podrá llenarte... nada.
Sólo intento sacarte la sonrisa que te pertenece
Te quiero extraño*

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